Buenas tardes a todas y todos.
Hace ahora cuatro años emprendí, junto a muchos de los que hoy se sientan aquí conmigo, mi viaje más apasionante pero a la vez el más complejo y exigente.
Hace ahora cuatro años, fui elegido alcalde de esta ciudad con todo el orgullo, la máxima responsabilidad y el reto de hacer, junto a mi equipo, una gestión que mejorase la ciudad para los residentes actuales y los futuros.
Lejos estábamos de conocer que a este, siempre duro reto, se le sumarían complicaciones que ni en la peor de nuestras pesadillas podrían anticipar.
Solo siete meses después de empezar esta senda, llegaban las primeras muertes por la COVID-19 y las medidas restrictivas que fueron gravísimas para muchos de nuestros vecinos, sus empresas y trabajos. Permítanme que sea para ellos, víctimas mortales y víctimas económicas las primeras palabras de este mi segundo discurso de investidura.
Ellas, las víctimas, los enfermos y los afectados por los daños colaterales marcaron desde los inicios de ese mandato, hasta el final de él, pues a las restricciones, los retrasos y los encarecimientos hemos tenido que hacer frente para atender servicios, emprender proyectos y sacar adelante iniciativas. Gracias a quienes tanto ayudaron para que los efectos negativos fueran menos gravosos: empresarios que cedieron todo, voluntarios, trabajadores esenciales, instituciones y, por supuesto, ayudas especiales llegadas de la Unión Europea para paliar la sangría económica.
Pese a todos estos desafíos, en ningún momento flojeamos, conscientes de la importancia que para toda la ciudadanía tenía, y tiene, el Ayuntamiento de León. Así pudimos mantener los servicios básicos en funcionamiento, ayudar a los colectivos más necesitados, recuperar la actividad económica en un tiempo razonable y las cifras de visitantes, esenciales para nuestra economía. Junto a ello, seguimos gestionando una ciudad que necesitaba, que necesita aún, todos nuestros esfuerzos para asumir demoras y carencias derivadas de la inacción de otras administraciones y, por supuesto, de escasas inversiones en etapas anteriores.
Tendí para ello la mano al resto de los grupos políticos y he de señalar, con satisfacción absoluta, que conté con su respaldo y apoyo en la mayoría de las actuaciones que diseñamos.
Hoy, cuatro años después, vuelvo a tender la mano para trabajar por esta ciudad; las leonesas y los leoneses no entenderían que no colaboráramos y trabajáramos juntos, a pesar de nuestras diferencias, cuando ante ellos nos presentamos con ese objetivo, reto y compromisos comunes.
Espero poder contar con el respaldo de todas las compañeras y los compañeros de la corporación, sea cual sea su grupo, para seguir trabajando juntos, a pesar de nuestras diferencias, por nuestra ciudad, por todas aquellas acciones y proyectos que serán positivos para León y los leoneses.
Tiendo también mi mano y pido igualmente respaldo a aquellos que tanto nos han ayudado en estos últimos cuatro años. Habilitados y trabajadores municipales que han estado siempre ahí, muchos de ellos y en muchas ocasiones por encima de sus obligaciones, siempre pendientes de cumplir sus tareas por la ciudadanía. También mi apoyo y consideración a todos los colectivos, de distintos sectores, que trabajaron conjuntamente con el ayuntamiento en los momentos en los que se les requirió, favoreciendo nuestras políticas por el bien de León o emprendiendo sus propios proyectos e iniciativas para mejorar la ciudad.
Mi agradecimiento sincero y continuado a instituciones, entidades, colectivos, asociaciones, cofradías y personas que profesional y personalmente trabajan día a día por hacer de León una ciudad de presente y de futuro, una ciudad de oportunidades. Ahí estaremos todos unidos. Muchas gracias.
Agradecimiento especial a la Universidad de León que ha sido nuestro socio preferente, como siempre señalo, porque nos unen muchos proyectos y una misma idea de trabajar por y para León, por el presente y por el futuro. Su trabajo, dedicación y preocupación han sido continuadas, ellos han defendido y trabajado por la juventud leonesa y por hacer de esta una ciudad de posibilidades. Gracias, además, por cedernos hoy esta Aula Magna para celebrar, en las mejores condiciones, el pleno institucional de constitución de la Corporación municipal. Mi más sincero agradecimiento al rector y todo su equipo rectoral, y al personal de la institución que ha colaborado activa y generosamente en la organización de este, sin duda, importante acto constitutivo del gobierno de nuestra ciudad.
Iniciamos hoy un nuevo mandato en el que muchos de los retos siguen estando ahí: revertir la sangría demográfica, garantizar y mejorar los servicios básicos, generar condiciones para que las empresas encuentren aquí para asentarse o mantenerse, fortalecer nuestras alianzas y reivindicación ante las instituciones, hacer nuestra ciudad atractiva para que, cada día, más personas opten por construir aquí su proyecto vital. Contamos, para ello, con la mejor ciudad, cómoda, accesible, segura –sí muy segura, una de las ciudades más seguras-, con una altísima calidad de vida.
Me gustaría poder transmitir este amor y orgullo de ciudad que siento a toda la ciudadanía y, por supuesto, al exterior. A veces no sentimos respaldo de quienes solo buscan la noticia negativa, la manipulación, tergiversación, el interés particular, la crítica por la crítica, sin darse cuenta de que el daño infligido puede revertir o revierte en toda la ciudad. Y también a ellos mismos. Vendamos, promocionemos León, como la gran ciudad que es, y olvidemos rencillas por el futuro de nuestra tierra. Nuestra tierra, qué tanto necesita el apoyo, la colaboración y la fuerza y pasión de todas y todos.
Nuestro proyecto para estos cuatro años incide, pues, en la gestión y mejora de los servicios municipales, perfeccionando su calidad y percepción por los ciudadanos, llegando a todos los barrios y a toda la ciudadanía. Construyendo y avanzando en una ciudad que cumple con los objetivos de desarrollo sostenible: más accesible, sostenible, igualitaria y justa. Ese fue, también el contrato que redactamos en un gran proyecto de ciudad hace ahora cuatro años y ese el objetivo que nos ponemos para los próximos años.
Como señalé entonces y retomo palabra por palabra, un programa vivo, en el que pido la participación de los vecinos de León, el norte que debe guiar nuestras actuaciones y prioridades. Ellos y los valores que definen a los leoneses, esos valores que me inculcaron en mi familia y que me animaron a dejar mi trabajo para dedicarme al servicio público.
Un servicio a los demás que no entiendo sin honradez, nobleza, solidaridad, equidad y justicia.
Con estos elementos trabajaremos por la gestión transparente de cada uno de los activos que entren y salgan de nuestro ayuntamiento, por la atención a los que más lo necesitan, por la adecuación de los barrios a mejores condiciones para los residentes, por proyectos de empleo, innovación y desarrollo; por la referencia internacional en turismo de calidad ligado a ese legado histórico-artístico que hemos de potenciar y al idioma que nos une con millones de personas en todo el mundo. Un proyecto en el que, como ha sido hasta ahora, la cultura sea eje fundamental pero siempre unidos y promocionando a nuestros autores, creadores y promotores.
Contamos ya, gracias a la buena gestión del mandato anterior y al trabajo de los técnicos municipales, a los que vuelvo a reiterar en nombre de todos los leoneses agradecimiento, con partidas especiales de los Fondos de Recuperación, Transformación y Resiliencia para continuar en esa gran transformación de León que se ve ya en el entorno de la muralla o en las obras emprendidas para una ciudad más sostenible, accesible y eficiente energéticamente, que cumpla con los objetivos de desarrollo sostenible y la agenda 2030.
Pero junto a ello, con ello y sobre todo ello, no olvidaremos nunca los signos distintivos de nuestro mandato: la defensa de León y los leoneses ante todo y ante todos. Defensa de nuestros derechos, sí, de todos nuestros derechos, de nuestra identidad, de nuestra capacidad de gestión y de nuestra capacidad de decisión. Defensa y reivindicación de nuestro pasado, de nuestro futuro y, por supuesto, de nuestro presente. Alzaremos la voz y llegaremos hasta donde haya que llegar para que León sea reconocida con todos sus derechos.
No quiero cerrar mi intervención sin agradecer públicamente a todos los que me han ayudado, nos han ayudado, los que me han posibilitado recoger este bastón de mando y cumplir, de nuevo, mi sueño, mi compromiso y mi gran responsabilidad de ser alcalde de mi ciudad.
Gracias a mi familia, gracias Mery, María y Jose, solo vosotros sabéis los sacrificios y renuncias que conllevan mi cargo. Mery, sin tu incondicional apoyo, aliento, consejo y sobretodo amor, tanto amor, sabes que esto no sería posible. Contigo a mi lado, juntos, todo ha sido mucho más sencillo. Te amo.
Y a mis hijos María y Jose, pediros perdón por tanto tiempo robado, por tantas ausencias y a pesar de ello siempre sentir vuestro cariño, apoyo y admiración. Os quiero muchísimo.
No quiero olvidarme de mis padres, de todo lo que sufren como padres. Saben que nunca podré devolverles todo el esfuerzo y sacrificio que han hecho por mí y mis hermanos, y por los sólidos valores que siempre nos han inculcado y han marcado mi forma de ser y hacer. Gracias mamá y papá.
Gracias a mi equipo sumamente comprometido, los y las concejales, a todo el personal de confianza encabezado por mi leal Raquel, a mi excelente jefa de gabinete Rosa y su equipo, a aquellos compañeros y compañeras de partido que han colaborado en este proyecto, y, por supuesto, a todos los leoneses que refrendaron mi proyecto para estar hoy aquí de nuevo, encabezando la Corporación Municipal, pero también a aquellos que no me han respaldado pero que siempre me han mostrado su respeto, afecto y cariño, no hay nada más grande e importante, al menos para mí como alcalde, que el sentir y recibir la comprensión y el cariño de tus vecinos, saben que he sido y seguiré siendo el Alcalde de todos los leoneses, de todos y todas.
Hace cuatro años les prometí dedicación plena y creo que nadie dude ya, de que me he dejado, nos hemos dejado la piel por nuestra ciudad.
Conocedor ahora sí del duro trabajo que me resta, que nos resta, para los próximos cuatro años vuelvo a incidir como hice en 2019 que hoy mismo comenzaremos, seguiremos, en ese apasionante trabajo. Con fuerza, dedicación, honestidad e ilusión. Para hacer una ciudad mejor, para hacer una ciudad de la que todos nos sintamos orgullosos y partícipes.
Gracias. Muchas gracias
