jun. 07
La transformación de las escuelas de La Inmaculada

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El arquitecto Alberto Cuba transformará las antiguas escuelas de La Inmaculada en un centro socio-cultural

 

- El proyecto, incluido en el Plan Edusi León Norte, cuenta con un presupuesto global de 718.510 euros

 

El estudio de los arquitectos Alberto Cuba Gato, Lorenzo Domínguez García y Pablo Díaz Santos será el encargado de transformar el viejo edificio de las antiguas escuelas del barrio de La Inmaculada, abandonado desde hace 30 años, en un moderno centro socio-cultural y de atención a personas mayores. El proyecto se inscribe dentro del Plan Edusi León Norte, financiado con fondos europeos.

El equipo ganador, además de llevar a cabo y dirigir el proyecto, ha recibido un premio de 5.000 euros. El presupuesto total para llevar a cabo las obras es de 718.510 euros.

La Junta de Gobierno Local deberá aprobar en las próximas semanas el proyecto definitivo, para seguidamente sacar a licitación las obras, proceder a su adjudicación y, finalmente, la construcción del nuevo edificio. Se espera que todo el proceso esté terminado y la obra entregada a finales del año 2022.

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El nuevo edificio, que aprovechará parte de las antiguas escuelas, contará con tres plantas y la gran novedad es la construcción de una plaza exterior, como elemento integrador en el barrio. Una escalinata permitirá usar un espacio exterior como teatro al aire libre para actividades diversas.

Valoración del Jurado

El Jurado que ha fallado este concurso, integrado por  Enery Acevedo González, arquitecta del ILRUV;  Paz Bravo González, directora de la residencia para personas mayores del Ayuntamiento de León y graduada en Trabajo Social;  María José González Lobato, presidenta de la Delegación de León del Colegio Oficial de Arquitectos de León y arquitecta;  Begoña Gonzalo Orden, arquitecta del Ayuntamiento de León;  Mónica Prada Corral, arquitecta del ILRUV; y Sonia Puente Landázuri, directora general de Ordenación del Territorio y Urbanismo del Principado de Asturias y arquitecta, ha valorado que el proyecto ganador “entiende el entorno urbano en el que se localizada de forma adecuada y da una respuesta de implantación urbana coherente. Diseña un espacio común, para el barrio y para los usuarios que se esperan. Regala una plaza al barrio y crea un espacio de acercamiento al edificio atrayente"

Asimismo, los miembros del Jurado aseguran que el proyecto ganador de este concurso “hace una propuesta amable, abierta y eficaz en cuanto a la escala residencial, la topografía y las necesidades que la calle denota. Ordena el programa funcional de forma inteligente, adecuando cada uso al lugar que ocupa en el conjunto. Responde al reto presupuestario y de mantenimiento con una propuesta viable y contenida. Propone un edificio cuya comportamiento energético será contenido, relativamente compacto y que aprovecha la inercia del terreno".

En su acta, el Jurado añade que la solución presentada por este proyecto “resuelve con gran acierto, además de su integración con el entorno, el funcionamiento del programa mínimo indicado, con una distribución interior muy bien resuelta. Cada uso o pieza funcional ha sido colocada de forma correcta en relación al barrio y al funcionamiento interno del edificio. Se ordena de forma clara el bloque de aseos y comunicaciones, simplificando con ello además de la forma de utilizar y comprender el edificio, también las instalaciones" y que “opta por la rehabilitación parcial, hace una propuesta versátil, con capacidad para adaptarse a distintos usos y horarios o de evolucionar en el tiempo".

 

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