jun. 05
La parroquia de la Purísima del barrio de la Inmaculada

​Máximo CAYÓN DIÉGUEZ. Cronista Oficial de la ciudad de León​

 

La primera visita pastoral que realizó el anterior prelado legionense, Mons. Julián López Martín, fue a la parroquia de la Purísima, en el mes de noviembre de 2003. Dos años después, el 5 de junio de 2005, dicho prelado presidiría los actos litúrgicos celebrados al cumplirse el cincuenta aniversario de haber sido erigida la citada parroquial. La suelta de 350 palomas de la asociación de colombofilia, como signo y señal de fraternidad, puso colofón a las distintas actividades realizadas con motivo del señalado cincuentenario.
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La barriada del mismo nombre, situada en el sector norte de la ciudad, se levanta hoy sobre una determinada zona del valle que, allá por la Edad Media, recibía la denominación de Valdelamora de Arriba, terreno entonces eminentemente agrícola donde predominaban los viñedos.

 

Fue a mediados del pasado siglo XX cuando se produjo la construcción de este barrio que, situado entre el Hospital de San Antonio Abad,  la avenida de Asturias y la avenida de Mariano Andrés, tenía su principal vía de comunicación en la calle Nazareth, arteria urbana donde se alza hoy el centro cívico «Ventas Oeste», sobre una superficie de 4.444 metros cuadrados, edificio de tres plantas, inaugurado en 2011, que dispone de salas de usos polivalentes, biblioteca y un amplio polideportivo cubierto en el semisótano con un importante espacio destinado a gradas.

 

En el gimnasio de estas instalaciones se imparten clases de boxeo por parte de Vicente Barrul, quien ha puesto todo su entusiasmo así como su ilusión y conocimientos pugilísticos al servicio de la juventud del barrio, a la que ha transmitido los consiguientes valores de respeto, disciplina y sacrificio, inherentes a este deporte, convirtiendo aquel modesto espacio en una gran escuela de jóvenes campeones a nivel nacional. Una labor y un esfuerzo dignos de encomio.

El barrio

 

Por aquella década de la pasada centuria, no existía la Ronda Este, tampoco los tramos  de la Ronda Interior que enlazan la calle Nazareth con las avenidas de Asturias y de Mariano Andrés. Y es que hasta el asfalto era desconocido en estas calles, lo mismo,  por supuesto,  que las aceras, el alcantarillado y el agua corriente. El acceso a esta zona de la ciudad se realizaba por caminos de barro y extensas praderías.

     

Así las cosas, en el BOPL de fecha 12 de junio, sábado, de 1954, nº 132, siendo alcalde de la ciudad Alfredo Álvarez Cadórniga, el Ayuntamiento de León sacaba «a subasta las obras de construcción del alcantarillado desde las casas del Aguinaldo en Valdelamora, hasta el colector de la carretera de León Collanzo, [actual avenida de Mariano Andrés], con arreglo al proyecto y presupuesto redactado por el arquitecto municipal, por un importe de 155.715,69 pesetas. Las obras deberán ejecutarse dentro del plazo de tres meses, siguientes a la adjudicación definitiva». Empero, se llevaron a término quince años después, en 1969.

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Junto a las chimeneas de unas tejeras y el indicado edificio del centro sanitario, prestaba fisonomía a la barriada un centenar de casitas bajas, conocidas como «las Casas del Aguinaldo», viviendas construidas en terrenos del Ayuntamiento, con unas dimensiones totales, incluido el patio, que apenas alcanzaban los cien metros cuadrados. Promovidas por las autoridades civiles y eclesiásticas de la época y destinadas a familias humildes y numerosas, se edificaron a instancias de la junta provincial de la campaña de Navidad, siendo Juan Victoriano Barquero y Barquero, (1949-1956), gobernador civil de la provincia.

 

La parroquia

 

La parroquia, que comprende asimismo al barrio de Cantamilanos, donde hubo también tejeras, un fielato y una fundición, se denomina de la Inmaculada. La construcción del templo parroquial se llevó a cabo entre 1954 y 1955. Como se sabe, el papa Pío XII declaró el año 1954 como Año Mariano Universal con motivo de cumplirse el Centenario de la proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, promulgado por el papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, mediante la bula «Inefabilis Deus». La definición dogmática del privilegio de la Inmaculada Concepción propició la titularidad de la parroquia.

 
El Boletín Oficial del Obispado de León, de fecha 3 de mayo de 1955, publicó el Decreto de creación de la parroquia de la Purísima en la ciudad de León, dado el 25 de abril del citado año, siendo prelado legionense Mons. Luis Almarcha Hernández, quien bendijo tanto la parroquia como el barrio. En su punto primero dice que «se erige en el barrio de nueva construcción de la parroquia de San José de las Ventas una Parroquia, cuyo territorio se segrega del de la de San José de las Ventas y San Juan y San Pedro de Renueva». Y en su punto segundo, el citado Decreto, que «Diario de León» reprodujo en primera página en su edición del 20 de mayo del mencionado año, dice así: «Esta nueva parroquia tendrá por titular y patrona a la Santísima Virgen en el misterio de su Purísima Concepción y se llamará de la Purísima por haber sido construida la Iglesia, en su mayor parte, durante el Año Mariano y por haberlo pedido así espontáneamente la nueva feligresía. El número de fieles será de dos mil cincuenta y cinco».

 
El Decreto, que entró en vigor a todos los efectos jurídicos el 1 de junio siguiente, «debiendo ser leído a los fieles durante los tres días festivos anteriores», señala asimismo que se hará «un plano de la nueva parroquia que, aprobado por Nos, se fijará en las puertas de las iglesias de San José de las Ventas, San Juan y San Pedro de Renueva y la Purísima durante las tres semanas anteriores a la vigencia del Decreto, pasando después el plano al Archivo parroquial».

 
La iglesia de San José de las Ventas ya fue comentada en el número dos de esta publicación, así como su notable retablo gótico del siglo XVI, procedente del pueblecito coyantino de Valdemora, lugar donde don Claudio Sánchez Albornoz, siguiendo a Sampiro, sitúa la aniquilación del ejército musulmán de Al-Mundhir, tras la victoria obtenida en el campo de la Polvoraria, en el año 878, por Alfonso III el Magno. El templo de San Juan y San Pedro de Renueva será motivo de un futuro comentario.

 

 


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